Durante los últimos veinte años, me he dedicado prácticamente en exclusiva a la fotografía callejera en mi condición de fotógrafo de prensa. Ahora que ya no me dedico a ello, me apetecía hacer algo distinto y que mejor que volviendo a la fotografía de estudio en su versión más clásica.
En este sentido, he comenzado una serie de retratos con un esquema de iluminación Rembrand en clave baja, y un único punto de luz. El resultado es unas imágenes con un toque dramático e intimista que me interesa mucho.
A veces la simplicidad y volver al origen es la clave.